La quiropodia es el tratamiento específico, sin intervención quirúrgica, de todo tipo de enfermedades y anomalías que afectan a la piel de los pies y sus órganos anejos (uñas). La quiropodia también tiene entre sus funciones principales la prevención de futuras molestias o alteraciones. El podólogo realiza una evaluación clínica de los pies y aplica el tratamiento específico para toda aquella molestia producida en la piel del pie o en las uñas, eliminando el factor causante y haciendo que se pueda recuperar la funcionalidad normal del pie.
¿Qué se puede tratar con la Quiropodia?
Entre las molestias más habituales destacan:
- Durezas y callos: no son solamente un problema de carácter estético, sino que pueden deberse a una patología subyacente que puede tratarse y solucionarse.
- Uñas encarnadas (onicocriptosis): tienen diferentes causas, siendo las más comunes el corte fresado inadecuado de las mismas y el uso reiterado de calzado excesivamente estrecho para nuestro pie.
- Hongos en las uñas (onicomicosis): al tratarse de una infección rebelde, su tratamiento y curación permanente es generalmente bastante difícil, y requieren de antifúngicos tópicos e incluso en algunas ocasiones por vía oral. Gracias a una buena práctica podológica, unas exhaustivas condiciones higiénicas y la eficiente utilización de antimicóticos esta infección puede llegar a ser erradicada.
- Hongos en la piel/Pie de atleta (Dermatomicosis): es una infección por hongos muy frecuente que comienza generalmente en los espacios interdigitales. Dependiendo del tipo de hongo que la produzca, la piel afectada puede presentar un aspecto macerado o excesivamente seco, y puede cursar con ampollas (vesículas) y/o grietas.
Otras patologías que se pueden detectar y tratar en cuanto a la piel y sus órganos en podología son: afecciones producidas por enfermedades infecciosas (liquen plano, verrugas plantares/papilomas, impétigo, erisipela, etc), lesiones derivadas de enfermedades sistémicas (psoriasis, lupus eritematoso sistémico…), lesiones producidas por temperaturas extremas (quemaduras, eritema pernio/sabañones…), etc.
Cómo prevenir la Quiropodia
Un tratamiento de quiropodia puede ser una forma efectiva de acabar con las molestias más comunes en los pies, pero hay que tener en cuenta que también es importante una revisión periódica para poder aplicar tratamiento a futuras dolencias y así evitar síntomas dolorosos.
Los pacientes que padecen de diabetes deben acudir con más frecuencia al podólogo para detectar cualquier afección, ya que son mucho más vulnerables a infecciones o úlceras que pueden aparecer sin que el paciente se de cuenta.