El estudio biomecánico de la marcha lo realiza un podólogo y permite conocer si la forma de pisar de una persona es la correcta. En el caso de tener relación con determinadas patologías se puede prevenir la aparición de futuras lesiones musculares y osteoarticulares (esguinces, metatarsalgias, fascitis plantar, tendinitis, sobrecargas musculares, espolones, etc.)
A partir de los resultados del estudio biomecánico, el podólogo valora la necesidad de realizar un tratamiento personalizado mediante la fabricación a medida de plantillas, ejercicios de potenciación o estiramientos. En algunos casos las dolencias de rodilla, cadera y espalda vienen derivadas de alguna lesión en los pies. Influye la forma de andar, la ergonomía, el tipo de trabajo que se realice, el tipo de deporte que se practique y actividades complementarias.